Fratello verme
Hierve el gusano en la olla
Subía la pared con lentitud
Un hilo gris se vislumbraba en su centro
Yo pensé:
“Esa médula oscura
Es la vida incipiente”
Entonces
Presentí su ascenso por mi carne
Su ingreso en mis orificios
Su multiplicación en mis adentros
Temí
Y dispuse el exterminio
Tomé una servilleta
Me aproximé al gusano
Mas sucedió
Que al acercarme
Noté lo fatigoso de su ascenso:
Se arqueaba al avanzar
Y cada vez que lo hacía
El hilo gris se tensaba
Pronto al desgarro
Ay, gusanito
¿Sabías, acaso,
Qué cosa germinabas?
¿Larva o insecto te sentías?
¿Quién llevaba a quién
En ese ascenso?
¿Era tu masa anillada y blanquecina
La que arrastraba tu centro?
¿O era tu centro el tesón que te empujaba?
Ay del que lleva su misterio a cuestas
Ay del que se tensa hasta romperse
Tiré la servilleta
Me alejé del gusano
Él cargaba aún su entraña oscura
Yo, aun sin confesarlo,
Sentía la jactancia
De los que perdonan
Ahora el gusano hierve en la olla
Se desprendió de la pared de la cocina
Y cayó al agua
Justo antes que el arroz
Cuando lo saco
Aún se mueve
Su masa blanquecina y su centro gris
Se licuaron
Tomo una servilleta
Apuro el exterminio
Luego echo el arroz con lentitud
Los granos caen
Impasibles
Como si así se constatara
Todo lo inútil
De la piedad
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