La perra del vecino se revuelca en la entraña

La perra del vecino se revuelca en la entraña

De otro perro del barrio que murió atropellado

Y quedó en la avenida unos días tirado

Hasta que hoy esta perra con sus tripas se ensaña


¡Qué de sangre y de huesos, qué peste, qué maraña

De intestino y de pelo sobre el suelo asfaltado!

Se refriega la perra contra el perro abichado

Con su lengua de viva la del muerto restaña


Qué parquedad la de él, y qué bullicio el de ella

Que se alza, ladra, husmea, le lanza una embestida

Lo muerde, lo desgarra, lo rompe, lo desuella


De a partes se lo lleva lejos de la avenida

En el baldío del barrio se les pierde la huella

Lleva ella entre su lengua otra lengua podrida

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