Hija, atraviesa los incendios

Hija, atraviesa los incendios

Contempla sin espanto todos los rostros de Dios

Haz de las llagas tu atavío

Abre el pecho  a los designios

Oscila del esplendor a la agonía 

En el hondo abismo de la carne

Palpa el misterio de los días

Como las cuentas dolorosas de un rosario

Sangra 

Hiere y fulmina

Consagra tu furia a la furia del mundo

Contempla sin asco todos tus rostros


                No sé, madre, si mi amor es tanto



Hija, aviva los incendios

Niega todos los rostros de Dios

Haz de las llagas su atavío

Subleva el pecho a los designios

Oscila de la agonía al esplendor 

En el vértice altivo de la carne

Palpa el misterio de los días

Como perlas suntuosas de una alhaja

 Alumbra

Consagra tu gozo al gozo del mundo

Contempla extasiada todos sus rostros


                 No sé, madre, si mi amor es tanto

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