Soneto del Cordero muerto por Abel
Pastor que del corral me arrebataste
Causando en mi rebaño una gran pena,
Vuélvase mi balido tu condena
Pues sangra aún el surco que labraste.
Cuando en el ara el filo me clavaste
Repetías: “El cielo me lo ordena”,
Mas no te hace piadoso tu faena,
Sino esbirro del dios que te inventaste.
¡Hipócrita pastor, mi igual, mi hermano!
Ahora que te han matado con falsía
No finjas un candor que yo sé vano.
Si heriste con feroz alevosía,
No te asombre el azote de la mano
De aquel que más guardarte debería.
Del libro El coro desmembrado (autoedición digital a la gorra). Podés descargarlo acá: https://ninardosnicaracolas.blogspot.com/2023/02/el-coro-desmembrado.html
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